Cosas cursis de otoño

Cuando alguien esta medio entristecido algunas veces suele venir el deseo de escribir, a veces pueden ser cosas cursis, otras no tan cursis, y otras bien cursis. El escrito de a continuación es de aquella época en la cual se me ocurría escribir cosas cursis. Porque sí, hubo mucho de eso en el pasado.

Hoy me he alimentado demás. A menudo lo hago, pero esta vez fue diferente. Tal vez un poco más. Bien dicen que barriga corazón contento, hoy quise disfrazar ciertas cosas con alimento para llenar algunos vacíos. ¿Necesitas amor? La necesito a ella. El sonido que emana de sus labios.

Extraño esa mágica aura que hoy es inexistente. No puedo encontrar el camino, estoy perdido.

Alguna vez sentí que caminábamos por el mismo sendero, realmente pensé que podía alcanzar esa mirada que tantas veces solía ver en mi imaginación, pero el presente es marchito. La realidad se ha teñido de silencio y mucho frío. Ahora, a veces suelo verte a través de la única ventana que tiene mi cueva; tu caminas persiguiendo tus deseos, ¿a donde vas? Yo corro pero no estoy a tu ritmo, ¿qué buscas? Aunque no pueda alcanzarte mas allá de mi ventana, tu sombra a veces la roza. Pero tu mirada esta en otra dirección. La he perdido. 

Me apego mas a mi ventana, el sonido de tu interior se escucha cada vez mas fuerte, ¿estas bien? Sabes que aquí estoy. Mi ventana siempre estará abierta para ti. Siempre. En días grises y de luz. En noches frías y de desolación. 

Algún día de Otoño de algún año que no recuerdo.

Una carta que queda en el aire y en el olvido. Cartas para el aire.

Davand©


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Después de mucho tiempo

Esta noche no puedo dormir porque no es una noche cualquiera: este dia (que ya esta empezando), es un dia muy importante para mi. Después de...